lunes, 18 de agosto de 2008

El desorden establecido

Imaginá que estás sentado en una silla de ésas que tienen los cafés en las veredas. Imaginá que ese bar esta situado en una zona muy concurrida.
Imaginá, también, que tenés la obsesión de querer ver el mayor detalle posible a los transeuntes, en el poco tiempo que tenés disponible mientras esas personas pasan caminando. Entonces le dedicarás el tiempo suficiente al primero, pero ya te estará faltando tiempo para el segundo, y cuando llegués al quinto ya te olvidaste los detalles del primero, o se te confunden.
Claro que es una locura, y que caerías enfermo en la vereda.
Pero para que esto no pase, nuestros ojos deben seleccionar en milésimas de segundo los detalles más importantes de cada persona y sus elementos que la componen y pasar a la siguiente.
Síntesis. Conceptual y visual.
También hay muchos elementos de la calle que no los vemos porque miramos hacia otro lado. Es verdad. Pero hay muchos también, que los ignoramos así formen parte de la escena que vemos; entonces, estos formarán parte de un fondo, o de otra estructura que no es la que nos interesa. Y no los vemos, o los vemos pero no los registramos.
Este caos, que el ojo y el cerebro ordenan seleccionando los elementos que nos interesan, tiene una estructura; no se si tiene orden, pero si estructura y una lógica casi predecible. Como esas formas conocidas, que sabemos que nos vamos a cruzar, por más que sean muchas, feas, desordenadas, y sin una armonía.
Pero tienen cierto orden.
Quizá sea algo cultural que tenemos internalizado y que homogenice esas imágenes.
Y forme un orden establecido.
Eso hará que no veamos a los que piden en la vereda justo en el trayecto que hacemos siempre?.
Quizás al repetirse tanto la imagen, nuestro cerebro la descarta. A no ser que algo con mas mensaje conceptual que visual haga que reparemos en esa pobre gente.
Entonces en ese caos hay un orden. Nuestros ojos y cerebro forman un equipo muy aceitado. Y generan un patrón.
Ahora, de repente, vienen en fila. Por la misma vereda en que estás sentado. Son 3 personas, con una separación de 15 metros entre sí. Los tres vestidos íntegramente de rojo. De repente desde la vereda de enfrente y cuando el semáforo los habilita, cruzan otros tres (en fila y con una separación de 15 metros), también vestidos, íntegramente de rojo. Ahora empieza a formarse estructuras visuales que se cruzarían en la esquina.
Pero no. En la esquina se encuentran, no se saludan, casi ni se miran. Se paran en círculo. Y luego de unos segundos se desarman en tres grupos de dos personas hacia distintos puntos.
Estos 6 vestidos de rojo rompieron una estructura. Con ese perfecto orden que pueden componer tes personas vestidas de rojo en dos grupos. Ese orden no ordenó nada. Pero generó una estructura que fue más importante a la estructura habitual, aunque sea mas grande, mas caótica, mas etc etc. Estas 6 habían dado que hablar, habían llamado mas la atención.
De esto se trata el hecho de romper estructuras con estructuras visualmente mas fuertes. Cuando el orden tapa el desorden, pero no lo mata. Lo deja en un segundo plano.
Pero el mensaje cambia rotundamente.
Ahora cual es el desorden? No es la estructura caótica a la que estamos acostumbrados y que por eso no vemos, el orden de la escenografía que nos acompaña y nos representa? Entonces las 6 personas de rojo que desestructuran, pasan a formar otro orden o a romper al anterior?
Justo cuando aparecen esos 6 de rojo, es cuando aparece el arte, mejor dicho: el artista. Ese artista es alguien que le pone pasión y no se queda con el sistema visual al que esta acostumbrado ese hombre común sentado en la vereda, sino que impone una metáfora con esos 6 elementos. Y por eso es artista, porque cambia la estructura por una que lo hará reflexionar aunque sea por un ratito.
Yo sé que hay muchos como Banksy (www.banksy.co.uk), pero me parece interesante que vean a este artista del stencil que logra jugar con el orden visual establecido.

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