martes, 14 de junio de 2011

Caramelo fino

Cuando alguien define conceptualizar o conceptualización siempre se desarrolla casi como algo trascendental, un hecho intelectual que sólo algunos privilegiados tiene la posibilidad de hacerlo. En publicidad se le da una importancia enorme a ese hecho. Y no es para menos, pero es mucho más popular de lo que se manifiesta.
Se define como una construcción de ideas abstractas a partir de la experiencia: nuestra comprensión consciente (no necesariamente verdadera) del mundo.

Lo cierto es que los apodos me parecen un ejemplo de conceptualización profundo y poético, aunque crueles. Cuando uno pone un apodo le busca -y no siempre lo encuentra-la sintesis, de sílabas, de concepto pero también de chiste. Cortito, metafórico, lleno de ideas, de imágenes. Que si alguien lo explica lo arruina.
Quiero recordar dos apodos que me parecen maravillosos y crueles que escuché en la calle.
Caramelo fino: se lo decian a alguien que le faltaba una oreja.
Verano: se lo decian a una persona que andaba de fiesta en fiesta todo el año.
Gracias

3 comentarios:

Vichu dijo...

Este fin de semana estuve en festival de payadores en la provincia de Buenos Aires, en el pueblo de Rojas. El mejor momento fue, a mi criterio, cuando uno de los hombres que estaba arriba del escenario payando contó, muy orgulloso, que a él le decían "caño de escape": negro, sucio y caliente.

unperez dijo...

si hay mil buenisimos!y en el interior mas.

Bubi dijo...

Tengo apodos históricos inventados, será una virtud?